Inicio: 4 de diciembre de 2020
Final: 5 de diciembre de 2020
Producción: Compañía Nacional de Teatro Clásico
Sueño de una noche de verano
de William Shakespeare.
El Sueño de una noche de verano es una de las obras más sorprendentes y extrañas de William Shakespeare. Después de Freud y su interpretación de los sueños, aquella obra abrió nuevos abismos de significación.
Las tradiciones europeas contemporáneas dividen sus puestas en escena entre aquellas que la siguen considerando un fantástico cuento de hadas y aquellas que ven en ella lo más sobrecogedor de las oscuridades de nuestro inconsciente.
Ayudante de escenografía
Pablo Menor
Ayudante de dirección
Julio Provencio
Escenografía
Carmen Castañón
Iluminación
Juanjo Llorens
Ayudante de vestuario
Gema Garamendia
Vestuario
Clara Peluffo
Composición musical
Arnau Vilà
Ayudante de iluminación
Rodrigo Ortega
Asesora de voz y verso
Chelo García
Diseño sonoro
Manu Solís
Versión
Carolina África
Dirección
Bárbara Lluch
Producción
CNTC
Reparto
Neus Cortés
Mariano Estudillo
Fabián Augusto
Anna Maruny
Alex Pau
Aisa Pérez
Pau Quero
Alba Recondo
Víctor Sainz
José Luis Verguizas
Mario Gas (Voz en off)
Madrid
Teatro de la Comedia
Sala Tirso de Molina. Del 1 de octubre al 8 de noviembre de 2020
Encuentro con el público. 15 de octubre de 2020
Duración aproximada de la obra: 1 hora y 30 minutos
Ourense
Teatro Principal
A Coruña
Teatro Rosalía de Castro
Fotos de ensayo
Fotógrafo: Marcos GPunto
Fotógrafo: Sergio Parra
Fotógrafo: Sergio Parra
2 de marzo, 09:40 de la mañana. Teresa Lozano está hablando con José Luis, en 2 sillas de la primera fila. Puck y Oberón cuchichean. Teresa se lleva genial con todos los actores y actrices, y ellos la ado- ran. Siempre que la miro, me siento in- creíblemente agradecida a los cielos por haber sido iluminada en aquel taxi, en la Gran Vía de MADRID, hace ya más de un año, mientras me preguntaba a mí misma: “¿quién narices es Puck?”. Y me vino la imagen de Teresa a la cabeza. Un Puck que sabe más por experiencia que por mago, un Puck que sabe que no morimos por mal de amores ni cuando nos abandonan. Al que no le atormentan los sufrimientos del amor, la obsesión y la confusión. Un Puck, en fin, que ha aprendido a priorizar.
