La dama boba

Cómo me gustaría haber escrito La dama boba para poder disfrutar así de las palabras. Dirigir esta función ha sido un placer por dos cosas sobre todo. La primera porque es una comedia que se mueve con la agilidad de un ser vivo, y la segunda porque nos curaba cada día que trabajábamos con ella de la bobería cotidiana que se va alojando en el alma sin darnos cuenta.
La dama boba es un lago cristalino que en lugar de agua tiene palabras. Es una comedia que mira a los ojos y que con la dulzura de la maestría te dice: así somos, y así podríamos ser.
Si una noche de insomnio llegase un hada madrina para concederme el deseo
de ser Lope por un día y escribir una de sus comedias sin duda elegiría esta, y les llamaría a ustedes por teléfono uno a uno para que vinieran a verla.

“Las escenas de amor respiran verdad, emoción y belleza: le ponen a uno al borde de la butaca”

Javier Vallejo, El País