La Compañía Nacional de Teatro Clásico estrena su nuevo montaje, El burlador de Sevilla, en coproducción con el Grec 2022 Festival de Barcelona, en donde se representará los próximos 3 y 4 de julio en el Teatre Grec. Lluís Homar, director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, y Xavier Albertí, director y autor de la versión, han presentado en Barcelona, junto a Francesc Casadesús, director del Grec Festival de Barcelona, El Burlador de Sevilla, un montaje que quiere huir de las censuras morales que han marcado la recepción de esta obra atribuida a Tirso de Molina en la que se presenta, por primera vez, al personaje de don Juan Tenorio.
Lluís Homar, director de la CNTC, ha destacado «la enorme satisfacción de participar este año en el Grec Festival de con el estreno de El burlador de Sevilla, un título de referencia en la historia teatral europea, con dirección y versión de Xavier Albertí. Desde la CNTC tenemos el firme compromiso de mantener una presencia nacional con la finalidad de acercar nuestro patrimonio teatral clásico a todo el país».
Francesc Casadesús, director del Grec Festival de Barcelona, ha afirmado que «en esta edición del Grec destacan dos producciones de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, los espectáculos El burlador de Sevilla bajo la dirección de Xavier Albertí, y El Diablo Cojuelo, de Rhum & Cia bajo la dirección de Esther Nadal. El festival ha querido potenciar la presencia de propuestas del resto de España, con compañías de Galicia, Mallorca, Andalucía y sobre todo Madrid».
Origen del mito de Don Juan
El burlador de Sevilla y convidado de piedra es uno de los grandes misterios de nuestra literatura. Conservado en un manuscrito de 1630 atribuido a Tirso de Molina, hay otra versión titulada Tan largo me lo fiais, de 1617. No es el origen del mito de Don Juan, ya que recogería una tradición folclórica anterior pero sí es la primera obra literaria conocida sobre el personaje del burlador que tanta fama ha tenido en la posteridad con obras como el Don Juan Tenorio, de José Zorrilla. Xavier Albertí, director y autor de la versión del montaje, ha asegurado que «El burlador de Sevilla es una de las grandes obras maestras del Siglo de Oro. Ha generado una enorme tradición, habiéndose contado unas 3.000 producciones artísticas vinculadas a este origen. Seguramente El burlador de Sevilla no es el origen, sino que está amparado en tradiciones de origen medieval como la idea de la invitación de los muertos que vuelven a la vida o las figuras burladoras, que tienen unas raíces muy profundas en la cultura ibérica y que han generado a través de El burlador de Sevilla uno de los grandes mitos de larguísimo recorrido europeo».
En la versión que estrena la Compañía Nacional de Teatro Clásico, en coproducción con el Grec 2022 Festival de Barcelona, se destaca el carácter filosófico de la obra. En palabras de Xavier Albertí, «los tres espacios temporales que se confrontan en El Burlador de Sevilla son el siglo XVII, cuando se escribe; el XIV, en el que se sitúa; y el XXI, en el que lo recibimos. El siglo XIV de El Burlador, lleno de anacronismos, es un mecanismo para hablar de una época en crisis donde los modelos medievales se tambalean hasta dejar paso a una modernidad cada vez más cercana. El Burlador de Sevilla nos habla de la necesidad de regeneración profunda de una sociedad, tanto la del XVII que vio nacer este Burlador como esta en la que lo recibimos».
El actor Mikel Arostegui Tolivar encarna a Don Juan Tenorio que burla en el montaje hasta a cuatro mujeres interpretadas por Cristina Arias (Isabela), Isabel Rodes (Tisbea), Lara Grube (Doña Ana) y Alba Enríquez (Arminta). Para Xavier Albertí, «El burlador de Sevilla no solo es la historia de alguien que burla mujeres, sino que tiene un mensaje mucho más profundo». Y explica: «La obra contiene una mirada sobre la violencia ejercida hacia una sociedad que se siente en un proceso de degradación y, más concretamente, sobre una violencia ejercida sobre el cuerpo de las mujeres. Resulta paradójico que la forma de suicidio que escoge Don Juan sea una que causa tanto dolor. Parece evidente que la dramaturgia del XVII buscaba poner de frente esa violencia contra la brutal mercantilización de la virginidad como motor económico para preservar los intereses del poder. El burlador es alguien que sabe que tiene que destruir unas mecánicas sociales que se muestran terriblemente agresivas sobre la libertad sexual del cuerpo femenino. Este Burlador habla del deseo y de cómo este ha sido reprimido durante siglos».
La mirada que nos brinda Xavier Albertí sobre Don Juan Tenorio se libera de prejuicios morales y políticos, para acercarse al personaje en su complejidad filosófica, como un defensor de libertades que anticipa una época de modernidad que no es aquella en la que vive. En definitiva, «El Don Juan de El Burlador de Sevilla es el preludio de otras energías que nos enfrentan con la rigidez de nuestros principios morales, como el Marqués de Sade, Casanova, Pasolini, Pedro Lemebel desnudo a caballo frente a la dictadura de Pinochet, Ocaña en las Ramblas de Barcelona o incluso actualmente las personas transgénero, que siguen sufriendo agresiones por los desafíos que nos plantean», según concluye Xavier Albertí.
El reparto está conformado por Jonás Alonso, Miguel Ángel Amor, Cristina Arias, Mikel Arostegui Tolivar, Rafa Castejón, Antonio Comas, Alba Enríquez, Lara Grube, Álvaro de Juan, Arturo Querejeta, Isabel Rodes, David Soto Giganto y Jorge Varandela.
El equipo artístico está integrado por Albert Arribas (dramaturgista), Max Glaenzel (escenografía), Juan Gómez Cornejo (iluminación), Marian García Milla (vestuario), Vicente Fuentes (asesor de verso) y Mariano García (sonido).
El burlador de Sevilla podrá verse, posteriormente, el 9 y 10 de julio, en el Teatro Adolfo Marsillach, en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. Y ya en Madrid se exhibirá en el Teatro de la Comedia entre el 30 de septiembre y el 13 de noviembre.
Fotografías: Sergio Parra.