Cuaderno 58
En 1606, un joven Francisco de Quevedo (1580-1645) regresa a su Madrid natal junto con la corte, tras el período de asentamiento de esta en Valladolid durante poco más de cinco años. Hacía unos diez que el escritor se hallaba ausente de la actual capital de España, pues había vivido de 1596 a 1600 en Alcalá de Henares como estudiante de su Universidad. Allí había iniciado una actividad literaria cuyos primeros frutos públicos obtendría durante la estancia vallisoletana, siendo el más lucido su presencia, con unos cuantos textos, en la antología de Pedro de Espinosa Primera parte de las Flores de poetas ilustres de España, publicada en la propia Valladolid en 1605, pero con aprobación fechada en noviembre de 1603.